martes, 3 de julio de 2012

Una vida


Tengo toda una vida esperando por ti, he arreglado todo para cuando regreses, enterré la mayoría de mis defectos y nisiquiera he asistido al velorio, he pulido mis virtudes, sobre todo de las que te enamoraste.

Dibujé nuestro hogar con tinta y sobre papel, paredes blancas, un jardín enorme, nuestro cuarto al final del pasillo, y he colgado los retratos familiares en la sala y el comedor, incluso ya hasta tengo el nombre de nuestro perro grabado en bronce. 

Tengo todo listo, tengo todo preparado, he encontrado una escuela perfecta para nuestros hijos, cerca del hogar, tengo que decir que mi trabajo no queda tan cerca pero me las he arreglado para llegar; hoy he limpiado mi casa, lavé todos los platos, he barrido y hasta he trapeado, dime tú ¿qué esperas para regresar? 

¿Acaso no entiendes que todo lo he arreglado?, hasta me he dedicado a reparar ciertas cosas en mí, ya casi no como en la calle, y escondí mi orgullo en el sótano, tengo tanas ganas de verte que hasta olvidé apagar la estufa, vuelve porfavor, no estoy en condición de pedirte nada más.

Vuelve, sin fuerzas, sin ganas, sin ánimos, sin amor, como quieras pero vuelve, que yo me encargaré de curarte las heridas ocasionadas por la guerra, me encargaré de darte fuerzas, de darte amor, de que te enamores de mí hasta perder la cordura, que me ames hasta el borde de la locura y me encargaré de que no te quieras ir otra vez.

Vuelve, como quieras pero vuelve, que del resto me encargo yo.


Atentamente: 
La que te ama.

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